Tomado y traducido de: http://dontconceive.blogspot.com/
“Conceiving a Child is a Sin” at Sunday, November 05, 2006
de P. Srivastava
Engendrar hijos es pecado.
Soy de la firme convicción de que engendrar un hijo es un gran pecado. La meta más alta para un alma es lograr la liberación de la existencia mortal, es decir, el liberarse del ciclo de nacimientos y muertes. Dar a luz es exactamente lo contrario de liberar. Una pareja que engendra un hijo es directamente responsable de enjaular un alma en un cuerpo mortal. Si nosotros mismos aspiramos a la liberación, ¿cómo podemos justificar el atrapar otra alma en un cuerpo? Al dar a luz, las personas encarcelan un alma en un cuerpo mortal sin pensar en el sufrimiento al cual la someterán. No tenemos derecho a dar tal cautiverio a un alma. (En este punto, quiero dejar muy claro que estoy diciendo que nunca engendraré un hijo. Me esforzaré al máximo para que eso no ocurra, pero claro, todos podemos ser tentados a cometer pecados, y yo no soy la excepción).
La vida no es un lecho de rosas. El sufrimiento es parte integral de la vida de todo el mundo. Algunos tienen más de ello, algunos menos, pero todo el mundo pasa por eso. La batalla contra innumerables y aterradores problemas de diferentes tipos, es parte de la vida del humano y él no puede escapar de ellos. Será expuesto a desconcertantes enjuiciamientos, podrá tener que afrontar las calamidades naturales y recibir castigo por sus “pasados” delitos. Desde el preciso momento en que la persona nace, el sufrimiento es su fiel compañero. Todo el mundo padece dolencias y enfermedades en su vida. Todo el mundo atraviesa sufrimientos emocionales. La vida es una lucha constante. La gente tiene que empezar su lucha desde la mera infancia, desde sus días escolares. Luego la universidad, si es que llega hasta ahí. Luego encontrar un trabajo; luego un compañero de vida, enfrentando la pérdida de seres cercanos y queridos. Y todo el tiempo estamos esclavizados por el cuerpo y sus demandas, ya sea hambre, sueño, sexo, etc. Todo el mundo debe trabajar con el fin de mantener su cuerpo. Incluso la respiración es trabajo. El metabolismo de nuestro cuerpo está continuamente trabajando. Tenemos que aportarle alimentos para que siga trabajando. Y tenemos que trabajar para poder obtener esos alimentos. Pero si nuestra alma no está atada en un cuerpo mortal, será totalmente inmune a todo dolor y sufrimiento.
Antes de la concepción, nadie sabe cual será el preciso futuro de su descendencia. Podría estar físicamente discapacitado; podría estar mentalmente atrofiado; podría estar ciego. Y luego, al transcurrir de la vida, cualquier tipo de infortunio puede golpearlo. Uno o ambos padres del niño pueden morir, cuando es aún un infante, dejando un irreparable vacío en la vida del niño. Se pueden divorciar o separar. El niño puede terminar siendo un total fracaso en la vida. Podría acabar en la cárcel.
Nadie viene a este mundo por su propia voluntad. Es la voluntad de los padres lo que pare al infante. Ellos son los únicos responsables de traerlo a la existencia. Y cualquier penuria que una persona enfrente en la vida, sea cual sea el dolor o tristeza que venga a su encuentro, sus padres son totalmente culpables de eso.
Algunas personas me dicen que si todos los seres humanos dejaran de reproducirse el mundo llegaría a su fin, y eso les parece a ellos una idea espeluznante. Yo les digo que este planeta realmente estaría mucho mejor sin seres humanos. Además, la Tierra ha
existido por millones de años; los humanos aparecimos sólo hace unos cien mil años. Los humanos somos parte del planeta, pero no somos sus dueños.
Una vez que estaba yo discutiendo mi teoría de no concebir con una dama y le dije que si alguien tiene un niño, podría nacer ciego, ella dijo que eso era una posibilidad en diez mil. Le dije que la frase “una posibilidad en diez mil” es muy empleada en las apuestas, así que básicamente significa que estarías apostando con la vida de alguien. Ella no tuvo otra opción que estar de acuerdo. Al reproducirnos definitivamente estamos apostando con la vida de otro. ¿Tenemos derecho a hacerlo?
Siento que la única diferencia entre los seres humanos y los animales, es el hecho de que podemos intencionalmente abstenernos de reproducirnos. En todas las otras formas, no somos muy distintos de los animales. Tan sólo somos más inteligentes que otros animales y hemos empleado nuestra inteligencia para mejorar nuestra vida con comodidades y placeres sensoriales.
Si uno cree en el espiritualismo trascendental, el cual dice que el alma debería ser liberada del ciclo de nacimientos y muertes, entonces, el comprender que dar a luz es lo opuesto de la liberación, es más que una conclusión lógica, algo similar a una ecuación matemática.
Estoy seguro de que durante el curso de la civilización habrá existido gente que habría propugnado esta teoría. Quizás sus ideas no llegaron a ser demasiado populares – en los tiempos antiguos no había muchos medios para propagar escritos e ideas a las masas –.
Quizá muchas personas que podrían haber escrito sobre eso optaron por no hacerlo, por razones mejor conocidas por ellos. Las opiniones y las enseñanzas de numerosas personas espirituales y filosóficas fueron propagadas oralmente por ellos, y fueron escritos y compiladas por otros, por lo tanto se diluyó el contenido y la autenticidad del original. Se ha dicho que el Buda predicaba el no tener hijos. Uno no necesita leer entre líneas para entender lo que el Buda indicaba cuando dijo que el nacimiento está acompañado del sufrimiento (La Noble Verdad de Buda para el pesar {sufrimiento}: el nacimiento es asistido con dolor, la enfermedad es dolorosa, la muerte es dolorosa, la unión con lo desagradable es dolorosa, la separación de lo agradable es dolorosa, el anhelo insatisfecho es doloroso).
Existe una antigua historia Hindú sobre ocho Vasus (almas liberadas o semidioses) quienes le jugaron una broma a un santo hombre. El santo se enojó con ellos por esa jugarreta sobre un mortal cuando ellos mismos eran almas liberadas. Los maldijo y condenó a pasar una vida como seres humanos en la tierra. Ellos quedaron aterrados por esta maldición. Eso muestra cuán temida es la vida humana para un alma liberada. Luego que ellos rogaron por misericordia, el sabio accedió a reducir la maldición para siete de los Vasus. Siete de ellos serían matados o liberados el día en que nacieran. El único castigo que tendrían que padecer serían los nueve meses en un vientre humano. Al oír que serían asesinados el mismo día que nacieran, los Vasus quedaron extasiados y agradecidos con el santo hombre por reducir la gravedad de la maldición. El octavo Vasu, Prabhas, quien fue el principal culpable, habría de vivir una vida entera en la Tierra en un cuerpo mortal, como castigo por su fechoría. Los ocho Vasus le nacieron al rey Shantanu y su esposa Ganga. Ganga mató a los primeros siete niños el día que nacieron. El octavo hijo pasó a vivir como Bhishma, quien desempeñó un papel central en la épica India El Mahabharata.1
1 El asesinato de los niños por Ganga parece explicar en cierta medida el verso: “Lo que es noche para todos los seres es el tiempo de despertar para el alma disciplinada; y lo que es el tiempo de despertar para todos los seres es la noche para el sabio con visión introspectiva” B. G. II 69.
Sobre este verso del Bhagavad-gītā ver: http://vedabase.net/bg/2/69/
El Mahabharata es una parte integral de la antigua cultura India e Hindú, y el libro sagrado de los hindúes, la Bhagvad Gita es parte del Mahabharata. Esta historia ilustra claramente que la vida sobre la tierra es un castigo. Es sorprendente por qué este punto nunca ha sido señalado y destacado a través de los tiempos. Más aún, existe un verso del Bhagvad Gita, en donde Krishna describe el conocimiento como “Indiferencia hacia los objetos sensoriales, auto cancelación y la comprensión de la maldad del nacimiento, muerte, vejez, enfermedad y dolor” (B. G. XIII 8). Este verso claramente asienta al nacimiento como maligno. Millones de personas han leído la Bhagvad Gita a través de los tiempos, y no sólo los hindúes. Es muy sorprendente que nadie haya intentado inferir o comentar sobre este verso.
Es un acto de lujuria lo que induce el alumbramiento de un crío. El resultado de un acto de la lujuria nunca puede ser correcto o santo.
En este punto quiero aclarar que no estoy diciendo que el sexo sea malo o incorrecto. Quiero decir que si el sexo resulta en dar a luz, eso está mal. Pero es un acto sensual, y si uno quiere permanecer libre de hijos él o ella tienen que garantizar que el sexo no resulte en concepción. El sexo es uno de los más fuertes instintos que poseen todos los seres vivientes y no creo que nadie deba tratar de reprimir sus deseos, mientras ellos no terminen perjudicando a nadie.
La muerte es una certeza para quien nazca. En efecto, cuando damos a luz, automáticamente le regalamos muerte a esa persona. Por consiguiente, quien da a luz es también responsable de asesinato. Estas ideas pueden sonar absurdas y locas a muchas personas. Sin embargo en algún momento a lo largo de las épocas, actos como el robo y el asalto a mano armada, pudieron haberse considerado normales, y si alguien los calificaba como pecaminosos, a muchos les pudo haber sonado absurdo y loco. A lo largo de la historia la norma de los conquistadores ha sido el dirigir bárbaras campañas de asesinato en masa y saqueo sin reparos. Los criterios de comparación y los valores correspondientes al pecado y buenas costumbres difieren de pueblo a pueblo. Incluso hoy en día hay muchos que no ven nada malo en cometer diversos actos nefandos. Hay muchas tribus criminales en la India en que hurtar y asaltar son tradiciones familiares. A la gente hay que enseñarle qué es el pecado o qué es correcto e incorrecto, pues nadie nace con conocimientos incrustados en la mente. Uno necesita abrir sus mentes y pensar racional y lógicamente. La mayoría de la gente se pone muy defensiva cuando les digo que engendrar un hijo es un pecado. No están dispuestos a hacer intento alguno para entender esta teoría o para escuchar el razonamiento detrás de ella con una mente abierta. Ellos inmediatamente y vehementemente se oponen a esta teoría, principalmente porque están demasiado enamorados de la idea de tener sus propios hijos y definitivamente no quieren creer que están cometiendo algún pecado en hacerlo. El deseo y el amor nublan nuestra mente y lógica.
Algunos dicen que al engendrar le están dando a un alma la suerte de nacer como humano, dándole así una oportunidad para buscar la liberación. ¿Podría algo sonar más estúpido que esto? Es como meter a alguien a la cárcel tan sólo con la finalidad de darle una oportunidad de escaparse.
Es esencial que una persona comprenda el alma para que posea alguna aptitud espiritual. El alma, si no está encarnada, no necesita nada para sobrevivir y no enfrenta ningún tipo de dolor, tristeza o daño. El fuego no puede quemarla, el agua no la moja, una
Más sobre Bhishma en: http://es.wikipedia.org/wiki/Bh%C4%AB%E1%B9%A3ma
espada no la clava. Para un alma libre, un humano es como un individuo perpetuamente enfermo que necesita sustancia en todas sus tres formas (gaseosa, líquidas y sólida) para poder sobrevivir, al igual que un enfermo necesita medicinas para sobrevivir. Si vemos a alguien que regularmente necesita tratamiento médico, como son inyecciones de insulina o diálisis, sentimos lástima por ese individuo. No nos percatamos que todos nosotros necesitamos respirar aire, beber agua e ingerir alimentos para sobrevivir. Todos somos unos pacientes, todos miserables y dignos de compasión. Un Alma Liberada no necesita nada de estas cosas. No debemos seguir pasando esta enfermedad, llamada vida, a otras almas como consecuencia de reproducirnos.
Mis opiniones sobre la vida les suenan negativas y pesimistas a algunas personas. Sienten que la vida está llena de alegría y placeres, que es hermosa y es para ser disfrutada. La ignorancia es una dicha – eso es todo lo que puedo decir por ellos –. Los placeres sensoriales son la mayor ilusión para los seres humanos. Por ello, los humanos disfrutamos muchos más placeres y formas de gratificación sensorial que los animales. Los humanos comprenderían la futilidad de la vida, puesto que tienen la inteligencia para hacerlo, si estos placeres sensoriales no estuviesen presentes para engañarnos y hacernos enamorar profundamente de la vida. Quien sienta que el objetivo final en la vida es abandonarse a la gratificación sensorial, es un zopenco inmaduro. Así como cuando crecemos, ya no disfrutamos jugando con juguetes para niños; cuando alguien alcanza la sabiduría espiritual, pierde el interés en regodearse en los placeres sensuales. Nos atraen los placeres que les satisfacen a los seres humanos cuando nuestra alma está encarnada en un cuerpo humano. Pero si nuestra alma estuviese incorporada al cuerpo de un buitre, entonces el sabor de la carroña nos sería sumamente placentero, y los placeres y comodidades humanas no tendrían ningún atractivo y utilidad para nosotros. Es sólo cuando el alma “entiende” (llega a ser iluminada) que alcanza la sabiduría para elevarse por encima de los mundanos espejismos.
Creo que si alguien no concibe a un hijo, ya sea intencionalmente o por razones ajenas a su control, esa persona rompe el ciclo de servidumbre y por tanto amerita ser liberado.
Sin embargo, si alguien está ansioso por tener un hijo, debe tener en cuenta ciertas cosas antes de concebir. Eso aun seguirá siendo un pecado, pero un pecado en grado ligeramente menor.
En primer lugar, antes de planificar un hijo, los padres deben asegurarse de que el niño tendrá un futuro financieramente seguro y una crianza confortable, en una sociedad sana. Las personas que son monetariamente pobres o que viven en países poco privilegiados y subdesarrollados cometen el mayor pecado al parir una criatura. Ese infante es criado en condiciones miserables y tiene un triste y sombrío futuro esperándolo. En un país como la India, casarse y tener hijos es algo que todos sencillamente tienen que hacer. Pero la vida en la India es casi como vivir en el infierno. El país está muy atrasado y subdesarrollado. Hay pobreza y miseria por doquier. Una persona que trabaja en la India gana en un mes lo que una persona en los Estados Unidos gana en un día, haciendo el mismo tipo de trabajo. El resultado es un agudo contraste en el nivel de vida. Los equipamientos públicos tales como servicios médicos, transporte municipal, abastecimiento de agua, alcantarillado y saneamiento, energía eléctrica, escuelas, colegios, etc., son muy limitados, y lo poco que hay, está literalmente en ruinas. Existen generalizadas corrupción, desempleo y abusos a los derechos humanos. El clima es también muy hostil y la mayoría de la gente no puede permitirse acondicionadores de aire. La gente pobre lleva vidas como animales. La mayoría de ellos ni siquiera pueden garantizarse a sí mismos una cotidiana comida completa. Pero aun así prosiguen pariendo hijos, y ni por un momento se percatan de la injusticia que su
actuar causa a almas inocentes. Cuando ven a sus hijos sufriendo y teniendo una vida de penas y sacrificios, le echan toda la culpa al destino. Mas no es el destino, sino su propia voluntad lo que da a luz un infante, y son ellos los únicos responsable de su destino. Procrear a un niño y luego culpar al destino de su miseria es como disparar contra un sujeto y decir: “fue su mala suerte lo que lo hizo morir, a mí no se me debe culpar”.
En este sentido muchos humanos son mucho peor que otros animales. Los animales salvajes, cuando perciben escasez de la disponibilidad de alimentos o sienten que su hábitat está amenazado o ya no es adecuado, se abstienen de reproducirse. Pero hay montones de seres humanos, especialmente en países tercermundistas, quienes estando bien conscientes de que no pueden lograr adecuadas alimentación, vivienda, ropa y otras necesidades básicas para su hijo, aun así no sienten ningún reparo en reproducirse.
Una vez en Nueva Delhi, me tocó ver a un chico de unos catorce años siendo acosado por siete muchachos mayores. Cerca de ahí estaba estacionado un jeep de la policía con tres policías, y este chico llegó corriendo hacia allá, con los otros mayores persiguiéndolo. Les pidió a los uniformados que lo salvaran de esos grandulones, quienes, a su vez, dijeron que él los había provocado. En lugar de protegerlo, uno de los policías abofeteó repetidamente al joven, y, abiertamente y frente de todos, comenzó a rebuscar dinero en sus bolsillos. Todo lo que traía el chico, la policía se lo arrebató. Este incidente tuvo lugar en la capital de la mayor democracia del mundo, en el corazón de la ciudad, en un concurrido cruce, durante la hora pico, presenciado por muchos mudos espectadores. Esos incidentes son frecuentes en la India. Éste es el estado de la seguridad y los derechos humanos que disfrutan los ciudadanos ordinarios de la India. No obstante la gente engendra y echa al mundo niños en ese país.
De por si el dar nacimiento es un pecado, pero uno no debe agravar el pecado al engendrar a sabiendas que el infante tendrá un futuro sombrío. Después de todo, procrear no es obligatorio. Los humanos podemos percatarnos de eso, y hoy en día el nacimiento puede prevenirse incluso después de la concepción.
La desintegración de la Unión Soviética a principios de 1990 junto con el fin del comunismo, vio una brusca caída en el nivel de vida de la mayoría de los rusos, resultando en un marcado descenso de la tasa de natalidad. En términos de inteligencia y educación de la población en general, Rusia está muy por delante frente a países del tercer mundo; y eso es lo que probablemente ayudó a muchos rusos a optar por no tener hijos en circunstancias adversas.
Hay muchos líderes mundiales, filántropos y organizaciones que trabajan por el mejoramiento de los oprimidos de todo el planeta. Se gastan enormes cantidades de tiempo, dinero y esfuerzo en este empeño. Si pudieran hacer comprender a los pobres el mal de concebir hijos sin tener los medios y recursos para apoyarlos, su tarea sería mucho más fácil. Es mucho mejor prevenir que el problema nazca en lugar de permitir que crezca y luego ocuparse y cansarse en intentar curarlo.
Otro punto que la gente debería considerar antes de engendrar un hijo, es conocer su nivel de destreza. Cuando alguien alcanza la madurez para tener un hijo, ya está muy consciente de sus habilidades y defectos. Una persona poco competente y no exitosa en la vida debe evitar engendrar un hijo. El hijo hereda las capacidades mentales y físicas de sus padres, y las posibilidades de engendrar a un infante minusválido son mayores cuando sus propios padres tienen defectos. Un león dará nacimiento a un león, y un cordero, a un cordero. Un burro nunca procreará a un león. Si alguien tiene alguna debilidad o es
deficiente en algún aspecto, debe ver que su cónyuge pueda compensar eso en su lugar. Si un hombre que tiene un peso sumamente bajo se casase con una mujer muy flaca y débil, el resultado será que su hijo también padecerá deficiencia de peso y será débil. Asimismo, si un hombre de poca inteligencia se casa con una mujer de su clase, probablemente gestarán un niño poco inteligente. Una persona puede ser cobarde, o muy perezosa, o moralmente débil. Todos estos rasgos pueden transmitirse a su descendencia. Si una persona no puede encontrar a un cónyuge que compense sus deficiencias, debería desistir de tener hijos. Él mismo ha sufrido debido a su debilidad. ¿Por qué debe hacer sufrir a otra alma por lo mismo?
Alguien que padezca una enfermedad o trastorno médico grave, también debería abstenerse de reproducirse. Para cualquier niño no es una experiencia placentera tener a un padre enfermo. Además, si fuese una enfermedad hereditaria, como la diabetes, ésta puede transmitirse a la descendencia.
El ingrediente más esencial para nuestra supervivencia es el aire que respiramos. Los seres humanos pueden vivir sin agua y alimentos durante horas y días pero no pueden sobrevivir sin aire por más de un par de minutos. La gente presta mucha atención a la calidad e higiene del agua y los alimentos que consumen, pero no parecen muy preocupados por la calidad del aire que respiran. Por todo el mundo la gente más competente y exitosa radica en grandes ciudades, donde el aire, bajo ninguna norma, es puro y limpio. Ellos procrean a su prole para que respiren aire contaminado e insalubre. ¿Acaso eso les aguijonea su conciencia - o son demasiado insensibles para siquiera darle una pensada a eso?
A veces me pregunto: Si la gente poseyese la capacidad de comunicarse con un “alma libre” y ésta les dijera que no desea nacer con ellos, o nacer en absoluto, ¿Seguirían adelante y la atraparían dentro de un cuerpo mortal?
La vida de un niño está directamente vinculada con la de sus padres. Si los padres son exitosos y prósperos, el infante tendrá una crianza cómoda. Pero si los padres son pobres, la vida será muy difícil para el chico. Si un padre comete un pecado y es castigado por ello, indirectamente el niño también soporta el peso de la sanción. Si Dios castiga a un hombre por sus pecados y le arrebata su riqueza o lo deja tullido, sus hijos se verán igualmente afectados. ¿Por qué los críos deben sufrir por las fechorías de sus padres? ¿Es éste el estilo de la “Justicia Divina”?
Algo que seguido me desconcierta es ¿Por qué las personas tienen hijos? Para su felicidad emocional; para tener a alguien que puedan llamar suyo y que dependa de ellos; alguien que los pueda ayudar en sus faenas y los cuide en su vejez; alguien a quien le puedan legar sus riquezas; alguien que dará continuidad a su apellido. Todos esos son motivos muy egoístas. La gente impone a un alma tal tormento y sufrimiento para complacer sus deseos egoístas.
Considero que el apego emocional hacia alguien, sea padre, madre, hermano, hermana, hijo, hija, esposa, amante, amigo, etc., es algo meramente tonto. Una persona habrá tenido seres cercanos y queridos en su vida anterior, sin embargo, en su vida actual ya no recordará quienes fueron sus padres o hijos en su vida precedente. Tampoco se acordará de sus actuales familiares en su próxima vida. ¡En su siguiente nacimiento, su alma bien podría estar en el pollo que yace en la mesa con la cena para su hijo!
Cuando hablo de no ser emocional me refiero al punto de vista espiritual, y no quiero decir que las personas deban ser frías e insensibles. Pero una vez que alguien alcanza la iluminación espiritual entonces todos los deseos y aspiraciones mundanas desaparecen.
Muy pocas personas logran alcanzar la iluminación, y yo tampoco estoy ahí. Para los profanos no sería fácil comprender o apreciar los matices de la espiritualidad Hindú. Todos tenemos diferentes filosofías y creencias y mi intención es no ofender o contradecir las creencias de nadie.
FIN.
“Engendrar hijos es pecado” Domingo, 05 de Noviembre de 2006.
Traducido por: Eco_h2o (noviembre de 2010)
Disponible en: http://vehemente.webs.com/Memeticos/exclusiva_VHEMT.htm
y en: http://mx.groups.yahoo.com/group/VHEMT_esp/files/MEMEticos/