lunes, 1 de agosto de 2011

A LAS MADRECITAS DE COLOMBIA

A las madrecitas de Colombia

Por Fernando Vallejo

Segunda epístola

Entre hombres, mujeres y del tercer sexo, mi mamá tuvo 25 hijos. Hijos y más hijos y más hijos que ella fabricaba en su interior y que después expulsaba por la vagina con la placidez de quien desgrana avemarías de un rosario. Era una máquina vesánica de parir. Por eso hoy somos en Colombia 44 millones. Si yo hubiera seguido su ejemplo y el de mi papá, con los hijos de los hijos de mis hijos, hoy seríamos cien millones y ya habríamos acabado con las últimas tortugas, con las últimas nutrias, con los últimos micos, con los últimos caimanes, y estaríamos en pleno desastre ecológico, que sumado al moral que siempre nos ha caracterizado nos habría hecho del país un infierno. Bueno, otro infierno quiero decir, pues en el infierno estamos. Uno más calientico. Para acomodar cien millones de colombianos se necesitan cuando menos cien millones de kilómetros cuadrados y solo tenemos un millón. Varios suizos pueden convivir en una misma cuadra y miles de abejas en una simple colmena; pero los colombianos no, necesitan más espacio: de a kilómetro cuadrado por habitante. Entre colombiano y colombiano hay que dejar por lo bajito un kilómetro de separación o se matan. Son como las ratas de laboratorio que si se hacinan, primero copulan, después paren y finalmente se despedazan a dentelladas. Como yo también soy colombiano entiendo muy bien esto. Yo necesito campo, campo, campo. Respirar.
Cuando este que habla nació, Medellín tenía 180 mil habitantes. ¿Hoy cuántos? ¿Dos millones? ¿Tres millones? Decida usted, pero por ahí va la cosa. Tres millones de medellinenses embotellados desde que el mariquita manzanillo de Gaviria abrió las importaciones de carros sin haber construido una sola calle y nos embotelló el porvenir. Y en Medellín hoy no solo están congestionadas las calles, las carreteras, los hospitales: está congestionada la mismísima morgue, donde ya no caben los cadáveres. Treinta mesas apenas para un sangriento fin de semana en Medellín en su única morgue no alcanzan y hay que apiñar los cadáveres como bultos de papas. ¿Pero sangriento fin de semana en Medellín no es pleonasmo? Ya ni sé, con el deterioro ambiental y moral se nos deterioró hasta la gramática. ¡Dizque Bogotá la Atenas sudamericana! ¡Dizque éste un país cuidadoso del idioma! ¡Dizque el país de Caro y Cuervo! ¡Ja, ja! Permítanme que me ría.
Y como no caben los cadáveres en la sala de autopsias de la inefable morgue, entonces los cuelgan de ganchos como reses en un cuarto frigorífico. Todos hombres. Y en pelota. Muy excitante la situación. Yo en tratándose de cadáveres nunca he tenido nada en contra. Lo que me saca de quicio es la paridera. Vivo que desocupa, ¡qué bueno! Uno menos pa comer, uno menos pa excretar, más puro el cielo, menos congestionamiento en las calles y mejoría en el aire que respira cada ciudadano irrepetible e irremplazable, y lo digo pues si bien hoy en el mundo somos 6.400 millones, no hay dos individuos iguales. Iguales sí para comer, fornicar y excretar, mas no para pensar. Y lo que cuenta es el pensamiento, ¿o no? Bueno, digo yo.
Pero volvamos a mi mamá y a sus 25 vástagos. ¿Qué comían, con qué los alimentaban? Carnívoros como nacimos, y de religión cristiana, comíamos salchichas: salchichas de cerdo o salchichas de res que la abeja reina compraba por cargas en La Llanera, una fábrica de embutidos de unos lituanos, de esos que acogieron los salesianos y que venían huyendo, católicos como eran (vale decir como nosotros), de la Lituania comunista de Stalin. De esos lituanos proviene el simio Mockus, el bobo que se hace el loco, hombre de culo de mandril que toda Colombia conoce pero de buen corazón, pues durante una de sus alcaldías bogotanas, en Engativá, por mano de su secretaria de Salud, Beatriz Londoño (doña concha puta de su puta madre, mamona empecinada de la teta pública de la que sigue agarrada), mató a 400 perros. Un estaliniano de pura cepa, un hombre malo, malo de verdad, habría matado mil.
¿Pero por qué les estoy hablando de perros y de compasión y misericordia por unos simples animales a ustedes que en su conjunto nacieron y se educaron como cristianos y hoy no pasan de ser unos degradados morales? Dejemos esto de los animales, no prediquemos en el desierto y volvamos a nuestro tema, la paridera, o dicho en palabras corteses, "el problema de la expansión demográfica": la hoguera que aviva el Papa. O sea éste, Wojtyla, que se niega a morir. Y yo digo: si quiere que haya más niños, que desocupe él porque ya no hay espacio para tanto viejo. Que tome pendiente abajo por el camino en bajada que en buena hora tomó la madre Teresa. ¡Tan buena ella! ¡Tan su compinche! ¡Tan promotora del boom natal! Wojtyla, no te resistas que ya vas para el pudridero. Tus días están contados. Te va a enterrar Castro.
¡Ah, mi Medellín de cuando yo nací, tan solito, tan aireado! Sin tanta fábrica ni tanto carro ni tanta rabia. Rabia sí, pero poquita: se mataban dos o tres y pare de contar. Salíamos en un Forcito modelo 46 que lo más que daba eran 20 kilómetros por hora. ¿Pero para qué más, si no había prisa de llegar? ¿Llegar a qué? ¿Al último tope de la carrera, que es la muerte? Mejor sigamos despacito. Curva aquí, curva allá, por una carreterita solitaria. Y a la vera del camino pastando las vacas, y buscándose su sustento diario las gallinas. Hoy los pollos se crían en galpones, encerrados en minúsculas jaulas, sin ver la luz del sol: ahí pasan sus miserables existencias para que nos los comamos los cristianos con la bendición del Señor. Madrecitas de Colombia: ¿no les despiertan compasión estos pobres animalitos? A mí se me hace que no porque ustedes no pasan de ser unas lujuriosas sexuales, unas paridoras empecinadas. Bueno, pero puntualicemos lo anterior. La lujuria está bien: el sexo es bueno, despeja la cabeza y alegra el corazón. Con lo que sea: con hombre o mujer, perro o quimera. Pero eso sí, siempre y cuando no esté destinado a la reproducción, en cuyo caso ya sí es pecado. Reproducirse es un crimen, en mi opinión, el crimen máximo. Pero no les pido que la compartan, madrecitas de Colombia, porque eso sería pedirle peras al olmo, exigirle al enano cojo que trepe por la pendiente empinada. Y a ustedes, con la altura moral que han alcanzado pastoreadas por la Iglesia y los políticos, educadas como fueron en la religión de los salesianos, les queda la subida muy fundillona, el fin está muy alto. Ustedes son unas minusválidas morales.
Entonces, hablando en plata blanca, ¿a qué voy? Voy a que el cura Uribe es un tartufo que invoca el nombre de Dios en público y se refocila con viejas tetonas en privado y ustedes no tienen por qué seguir pariendo. Porque no hay espacio, porque ya no hay agua, porque no hay qué comer. Porque los ríos los volvimos alcantarillas y el mar un resumidero de cloacas. Por eso. Porque ya acabamos con el águila real, con el cóndor de los Andes y con el nido de la perra. Porque somos un país de cagamierdas vándalos.
-¿Y cómo vamos a tener sexo sin parir, padre Vallejo? Aconséjenos usted.
-Muy fácil: con la píldora RU 486 francesa.
-¿Y dónde se consigue esa pildorita, en qué farmacia?
-Pues en las de Francia, señora, allá. ¿No le acabo de decir que la píldora es francesa?
-Ah, padrecito, usté sí es como mamagallista. ¿Y con qué viajo hasta Francia, si no tengo ni pa la lechita de los niños?
-Muy fácil, señora, va a ver. Lea lo que sigue abajo.
Cuando el zigoto u óvulo fecundado por el espermatozoide empieza a formar la mórula, que a simple vista ni se ve pues no llega ni al tamaño de la punta de un alfiler, el flujo menstrual de la mujer se interrumpe y he ahí el momento de parar la cadena de la infamia y la fuente de todo el dolor del mundo. Usted va a la farmacia, señora, y pide así:
-Buenos días, señor boticario. Me da por favorcito una cajita de CYTOTEC de 200 microgramos.
El CYTOTEC es un remedio para la gastritis, pero entre sus efectos secundarios está el producirles a las mujeres embarazadas el aborto en las primeras semanas de gestación. O mejor dicho, el 'miniaborto', porque 'aborto' no es, no llega a tanto. ¿O me van a decir que expulsar un gusanito o una tenia es un aborto? Si a eso vamos, entonces en cada eyaculación el hombre aborta 800 millones de seres humanos, pues esos son los renacuajitos que se van en ese líquido pegajoso y blanco cada vez que explota el volcán: un hombrecito, dos hombrecitos, tres hombrecitos... Y que no me venga este Papa a discutir porque lo desafío a un duelo por televisión: yo solo contra él, y él con todos los teólogos de la Universidad Pontificia Javeriana. ¡Para todos tengo, montoneros!
Se toma pues usted, señora, dos pastillas de CYTOTEC con agua, se inserta otras dos en la vagina y listo, santo remedio, ya no va a parir la marrana. No le nacerá a Colombia otro Tirofijo, otro Pablo Escobar, otro Gaviria, otro Samper, otro Pastrana, otro mono Jojoy, otro Raúl Reyes, otro Mancuso, otro Uribe, otro Romaña...
-¿Y el padre García Herreros qué?
-¡Al diablo con los curas limosneros! Piden para dar, pero jamás dan de su bolsillo. ¡Así qué gracia! ¡Gracia la de ese escritor colombiano loco que dio en Venezuela un premio de cien mil dólares para los perros callejeros de Caracas! Cien mil dólares que eran suyos, ganados sudando tinta, y que bien pudo haberse gastado en complacencias personales cual delicatessen, putas o mancebitos en flor.
Y una última recomendación, señora: si la primera dosis de dos pastillitas falla y no le produce esa pequeña hemorragia vaginal por la que se irá el demonio, repita la dosis dos días después.
Madrecitas de Colombia, por favor, ya no lo sean que somos muchos y no cabemos y el mundo se va a desfondar. Pichen pero no paran, que desde aquí les mando mi bendición.


http://www.soho.com.co/la-vuelta-al-mundo/articulo/a-las-madrecitas-de-colombia/2620

A LA HUMANIDAD LE ESPERA UN INFIERNO

Fernando Vallejo es un escritor tremendo. En el más amplio sentido de la palabra: digno de respeto, digno de ser temido, travieso y grande al mismo tiempo. Sus libros son ejemplos de una literatura sin fronteras entre la autobiografía y la ficción. Su última novela, La puta de Babilonia (Alfaguara), una crítica feroz a la Iglesia Católica, se nutre de una frondosa investigación histórica. Hay que decirlo: este escritor colombiano, nacionalizado mexicano, dueño de una pluma feroz y un dulce sentido del humor, es un hombre muy culto.
Desde hace muchos años libra una batalla ininterrumpida en defensa de los animales. Y lo que este vegetariano sostiene, en abono de su postura, está lleno de cosas sensatas. Al hablar sobre su literatura con LA NACION, el escritor dijo: "Sólo hago la crónica de un desastre, desde las calles y los países que conozco. Pero a la humanidad le espera un infierno. Un infierno de planeta, desértico y sin agua, y atestado de gente. Esa paradoja es desesperante".
-Desde la perspectiva del lenguaje, ¿tiene algún escritor argentino preferido?
-Manucho Mujica Láinez me parece extraordinario por el manejo del idioma. Su prosa es la de mayor riqueza lexicográfica y sintáctica, después de Azorin y unos pocos más que han escrito un gran prosa en español. En Colombia, ese espacio lo ocupa German Arciniegas.
-¿Qué pasa con tantos escritores colombianos -usted, García Márquez y Mutis, por ejemplo- que viven fuera de su país?
-Sólo puedo contestar por mí. Yo he vivido mas de la mitad de mi vida en México, donde escribí todos mis libros. Mi razón es que soy uno de los cuatro millones que Colombia echó fuera y que nos hemos buscado una vida digna.
-¿Su prosa tan dura contra Colombia tiene que ver con el amor a su tierra?
-Ya no sé qué pensar. El término "amor" para un territorio lleno de todo tipo de gente es demasiado. Colombia es un país con gente muy buena y gente muy mala. Y hay una población ciega, necia y patriotera que piensa que la patria es una bandera, un himno y un equipo de fútbol; que se reproduce como animales, pero no respeta a los animales. Toda esa chusma a mí me produce compasión.
-Su voz narrativa es agresiva y dice cosas muy fuertes. Eso contrasta con la persona amigable que usted es, de hablar suave y sin palabrotas.
-Mis libros están llenos de palabras de amor. Por ejemplo, para mi abuela, que era de una gran bondad, o para mi perra Bruja, que me acompañó 14 años de mi vida. La puta de Babilonia (Alfaguara) está lleno de sentido del humor. Yo escribo como pienso que puedo tener un efecto más definitivo. Como vivo en un mundo hipócrita, de lo políticamente correcto, adopto la postura de hablar siempre con las palabras más precisas, con claridad, para evitar confusiones y para que no queden dudas sobre lo que sostengo.
-Su último libro es una feroz crítica contra la Iglesia y las religiones monoteístas. ¿Cómo hubiera sido el mundo sin ellas?
-Podemos formular miles de hipótesis. Pero me pregunto qué hubiera pasado con el crecimiento demográfico si la Iglesia tuviera otra postura. Mi crítica a la Iglesia y a las religiones monoteístas no es personal. Se vincula con mi defensa de los animales. No se pueden seguir degollando pollos, cerdos y vacas para alimentar a la humanidad, mientras la voz moral de la sociedad, que son las religiones monoteístas, no dicen nada al respecto. Soy un defensor de la vida. Pero no la que está por venir, sino la que está ahora en la Tierra.
-¿Quiénes son, a su juicio, los más desventurados de la Tierra?
-Más que las personas más pobres , los más desventurados son los millones de animales que hay en el mundo. Ha sido un proceso muy largo para que se me cayera la venda de los ojos y entendiera el dolor de los animales. Y que aprendiera que los animales son mis prójimos. Empecé a descubrirlo poco a poco, después de superar mi juventud desesperada. Allí comencé a experimentar la compasión por ellos.
-Juan Villoro le llama a usted "el cronista de la devastación". ¿Se siente así?
-Pues de ser así, más bien tendría que ser un profeta de la devastación, porque eso es lo que viene. Sólo hago la crónica de un desastre; desde las calles y los países que conozco. Pero a la humanidad le espera un infierno. Un infierno de planeta, desértico y sin agua, y atestado de gente. Esa paradoja es desesperante. Ahí se entenderá en toda su magnitud la frase de Sartre sobre que "el infierno son los demás".
-¿Qué condición noble de los animales le falta al ser humano?
-La inmensa mayoría de los animales son buenos. La mayoría de los seres humanos no son ni buenos ni malos; tratan de vivir como pueden, egoístamente o asociándose de acuerdo con sus intereses. Como excepción hay seres buenos. La mayoría de los animales son leales. No conocen la traición ni la mentira. El ser humano es una especie mentirosa: miente con palabras, con sermones, con discursos, con las matemáticas, con editoriales de periódicos; se hace el santo siendo un aprovechado. Todo eso no se ve en los animales, que son inocentes.
-¿Qué le devuelven sus lectores? -No sé quiénes son. Sospecho que hay una mayoría de jóvenes. Me agradan, porque no se guían por conceptos simplistas como patria o partidos políticos. Tienen el alma más abierta y pueden entender.

LA VIDA: LA VIDA: MERA ILUSIÓN, FALACIA, VAPOR SIN VALOR ALGUNO

LA VIDA: MERA ILUSIÓN, FALACIA, VAPOR SIN VALOR ALGUNO

Por: Néstor Pedraza

Mi mamá me llevaba muy temprano en la mañana hasta el paradero de la ruta escolar, cuando pasamos al lado de un cadáver tirado en el prado. Estaba fresquito. Contaría yo siete u ocho años, y creo que fue mi primer contacto con la muerte. A esa edad, otras personas que conozco ya habían asistido a entierros masivos de familiares y conocidos, muertos unos a manos de otros o a manos de la guerrilla, la policía o el ejército. Otros, más jóvenes, ya tendrían entre sus cercanos, caídos a manos de paramilitares o narcos.

A diferencia de quienes han sido víctimas de la violencia en este país, que han llegado a la ciudad para no ahogarse en los ríos de sangre de sus tierras, yo me cuento entre los que hemos visto la guerra por la tele. Sólo Escobar, con sus bombas en las calles de Bogotá, nos hizo ver un poco más de cerca lo que se vive de forma cotidiana en los campos colombianos.

Yo me rodeé de otro tipo de muerte. Sobredosis de antidepresivos, raticida, lanzarse de espaldas desde un quinto piso, convulsionar con cianuro en brazos de la novia, cócteles mortíferos de drogas, semanas de alcoholización sistemática y continua, dejar la dignidad y el alma entre unas sábanas hediondas a sexo pútrido… búsquedas mortales, individuales y colectivas. Cuando uno vive en un país en el que la muerte ronda impune por campos y calles dejando estelas interminables de fosas comunes por todo el territorio, y se empeña en rodearse de la búsqueda falaz de los evasores del vivir, es que uno tiene un problema serio. Sí, enterré a varias de mis amistades. Otras más andan por ahí, respirando todavía muy a su pesar. Eso me enseñó muy pronto que nadie es dueño de su vida: no importa cuánto te esfuerces en morir, nadie se muere la víspera. Por eso abandoné todo intento de suicidio, la muerte me llegará cuando sea la hora, ni antes ni después, no importa lo que haga al respecto.

Mi contacto permanente con el egoísmo sumo y la evasión que significan el suicidio, creó en mí una barrera que me ha impedido entender qué hace que la gente se aferre a la vida. He visto que la gente siempre se aferra a algo, a alguien, para darle sentido a la vida, y siempre terminan defraudados, pues los seres humanos somos imperfectos, cometemos errores, e indefectiblemente le fallamos a quienes amamos. Entonces, la gente se va llenando de temores, dolores, heridas, rencores, frustraciones… Y sin embargo, respirar se les antoja lo más valioso que pueda existir. Yo le hallo sentido a que una persona perseguida sin motivo, expulsada de su tierra por la guerra, que ha dejado atrás los cadáveres de sus seres queridos, siga deseosa de vivir a pesar de todo: De alguna forma, vivir se le ha de convertir en una obligación, alguien debe sobrevivir a la guerra para contar la historia y recordar a los caídos. Pero en la muerte permanente de los que nunca supimos qué es trabajar la tierra, que sólo conocemos la ignominia de la explotación capitalista (no importa qué tan jugoso sea el sueldo, sigue siendo explotación), no encuentro cómo establecer empatía con quienes se aferran al acto de respirar como si vivieran una vida verdadera. Por años los acompañé en sus demenciales actos autodestructivos y formé parte de ellos, mientras los observaba y analizaba. Yo era consciente de que destruía mi ser entero, y sencillamente no me importaba. Ellos, en cambio, tenían un afán de “vivir,” y parecían creer sinceramente que todo ese vicio, toda esa esclavitud, toda esa estupidez, eran “vida.” Nunca logré comprenderlos, mucho menos encajar y ser como ellos. Extranjero en tierras extrañas, me moví en muchos círculos distintos, conocí personas de toda suerte de religiones e ideologías, de diversas culturas y creencias, con visiones del mundo y de la vida muy distintas, pero todos y todas, sin remedio, terminaban exactamente igual. El vehículo variaba: drogas, alcohol, sexo, violencia, tabaco, estafa, traición, trabajo… Lo que fuera, con tal de evadir la vida, mientras se decían estar “viviendo” al máximo. “¡Esto sí es vida!,” era la frase que yo más escuchaba en boca de cualquier persona, independientemente de su sexo, etnia, nacionalidad, condición socioeconómica o nivel de escolaridad, cuando estaba en medio de sus procesos de autodestrucción. Muy rara vez conocí a personas que por su tradición cultural o su convicción filosófica, parecían romper ese molde por completo. En su mayor parte, sencillamente tenían formas más sofisticadas y menos autodestructivas de evasión, que los hacían ver como “espirituales.” Generalmente de estratos socioeconómicos altos, estos “espirituales” llevan una vida “sana” al estilo moderno, que deslumbra a muchos, excepto a los que tienen que luchar con uñas y dientes a diario para sobrevivir. Salen a abrazar árboles y creen que con una sonrisa van a cambiar al mundo. Pero el interior de sus hogares no es tan “verde” como pretenden mostrar a los demás.

Como puede verse, no soy alguien que tenga fe en la humanidad. Quizás sea en buena parte por mi afición a la historia. En efecto, los libros de historia difícilmente hablan de las comunidades que vivieron en paz por siglos y siglos. Esos grandes períodos de paz son apenas nombrados con una línea: “Entre el año (o el siglo) tales y el año (o el siglo) tales, el imperio (o la comunidad o la etnia) tales tuvo un período de paz.” Lo demás, es el registro de las guerras. Leer historia le da a uno la falsa impresión de que los seres humanos hemos estado matándonos unos a otros sin tregua desde el principio de los tiempos, y no hemos conocido otra forma de vida que esa. Cosa, por supuesto, totalmente falsa.

Pero quizás mi falta de fe en la humanidad esté simplemente en el hecho de que somos falibles, imperfectos. No importa qué tan buena, recta y ética sea una persona, siempre será susceptible de torcerse. Una catástrofe, un tesoro, una ilusión, un enamoramiento, pueden transformar por completo a un ser humano. Sólo falta oprimir el botón correcto para desatar la corrupción, la sed de venganza, el ansia de poder, el egoísmo, la ira, los celos, o cualquier otra emoción que lleve a una persona a cometer una estupidez momentánea que habrá de lamentar el resto de sus días, o a convertirse en un ser despreciable. Y no es sólo eso. Incluso aquellos que logran mantenerse rectos, pueden fallarte cuando más los necesitas, y no en una sino en muchas formas variadas y coloridas.

Dicen que la solución de todo está en el amor. Pero, ¿qué es el amor? Por milenios los poetas han cantado al amor en millones de formas y jamás ha habido acuerdo sobre qué es. En el último siglo los psicólogos han intentado lograr lo que los poetas no, y han fracasado en el intento. Los libros sobre “cómo amar,” “vivir y amar en libertad,” “consejos para el amor,” y similares, se han vendido como pan caliente en los últimos 50 años, sin embargo, la gente está cada vez más sola y vacía. Los neurocientíficos se han contentado con definir al amor en términos de impulsos eléctricos y dosis de hormonas, ¿y eso qué utilidad tiene para el desarrollo de la raza humana? ¿Acaso pensar en el amor como una serie de procesos químicos y eléctricos nos va a ayudar a encontrar la forma de vivir en paz y armonía? ¿O será que los millones de muertos dejados por los defensores del amor han servido para que el mundo sea hoy mejor que en tiempos de las cruzadas o de la conquista de América? Lo único cierto es que no puede construirse una sociedad sin normas, y eso a punta de sólo amor es imposible. Ni siquiera una familia puede construirse sólo con amor. Como reza un dicho popular: “Cuando el hambre entra por la puerta a un hogar, el amor salta por la ventana.” El amor debe acompañarse de justicia y de muchas otras cosas más para que la vida en comunidad sea posible.

No soy el primero, ni el único, ni seré el último, en decir que todo en esta vida es una mera ilusión. Pedro Calderón de la Barca lo expresó así en el siglo XVII: “¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción”. Y Lewis Carroll en el siglo XIX: “¿Qué es la vida sino un sueño?“ Místicos, budistas e hindúes lo han proclamado por siglos. Pensadores y filósofos Judíos y Cristianos han estado de acuerdo con ello. Los profetas lo han dicho una y otra vez. Platón aseguraba que el hombre vive en un mundo de tinieblas, como cautivo en una cueva. Y en efecto, no ha germinado en mí otra forma de ver esta vida: es una prisión en la que nos encontramos contra nuestra voluntad. Sí: contra nuestra voluntad, porque no podemos irnos de aquí cuando queramos, ni siquiera vinimos cuando y porque queríamos. ¿Alguien me preguntó si quería venir a este mundo, como muchos creen? ¡JA! Ni loco habría aceptado una propuesta tan absurda. Escupirle en la cara a quien me propusiera nacer, habría sido mi respuesta más calmada. ¿Reencarnaré después de morir, como otros muchos creen? Si la reencarnación existiera, quisiera tener en frente al maldito que lo devuelve a uno a esta podredumbre para rayarle la cara y cortarlo en trocitos, muuuuuy lentamente. Venir de nuevo a esta prisión, a enfrentar de nuevo el dolor, la traición y la frustración, a trabajar como mula bajo el yugo de unos pocos miserables a quienes ni siquiera tendré la oportunidad de golpear en el rostro, a ser testigo nuevamente de la estupidez y de la matanza, a escuchar testimonios de niños abusados, mujeres violadas, familias desplazadas de su tierra sin razón alguna, personas amenazadas de muerte por denunciar la maldad, gente mutilada o despojada por mera incompetencia o negligencia de otros, o quizás ya no para ser testigo sino víctima de todo ello, pues en esta vida me ha ido bastante bien, pero en una futura no hay garantías de nada, ¿y todo para qué? ¿Para aprender? ¿Aprender qué, si igual ni recuerdo qué aprendí en vidas pasadas? ¿Aprender para qué, si lo que conocí en esta vida no me va a ser útil en la próxima? ¿Aprender que este mundo es pasajero y que todo en él es ilusión, que no existe nada en este universo por lo que valga realmente la pena vivir o morir? No necesito diez vidas, ni dos, ni siquiera una vida completa para aprender eso: ya lo había entendido poco después de llegar a la adolescencia, ya me puedo ir entonces, gracias.

Y no me digan que lo que hay que aprender es todo lo contrario, porque eso sería una estupidez. Los personajes más grandes de la historia, los mayores líderes espirituales, las únicas personas que uno podría concebir como verdaderos modelos a seguir, han enseñado que esta vida es mera ilusión. Y sólo hay que ser un poquitico observador para darse cuenta que el ser humano no es más que una frágil polilla, atrapada en una cueva oscura, estrellándose una y otra vez contra las paredes de la cueva en medio de las tinieblas. Así lo planteó Michel de Montaigne en el siglo XVI: “El hombre es cosa pasmosamente vana, variable y ondeante.” Si estuviéramos en un ciclo de reencarnaciones, a estas alturas al menos la mitad de la humanidad ya estaría en un nivel espiritual tan elevado, que la otra mitad viviría aprendiendo aceleradamente de su ejemplo. ¡Si es que las primeras almas estarían rondando por acá desde hace más de 100.000 años! Pero como dijo el guerrero chino del siglo III a.C. Tieng Hung:

“El rocío sobre la liliácea ha desaparecido poco después del amanecer. El rocío se evaporó esta mañana, volverá de nuevo con el alba. El hombre muere y por siempre se acaba, ¿acaso alguien ha regresado alguna vez del más allá?”

Humanos. Somos capaces de grandes creaciones, de transformar nuestro entorno para mejorarlo, de amar y construir, y también de las más abyectas atrocidades, de matanzas sin sentido, de crímenes innombrables. No somos lo uno ni lo otro, somos ambas cosas. Cada uno de nosotros en su interior lleva un artista y un asesino, un defensor y un opresor, un sabio y un imbécil, un santo y un criminal, un ser dulce y otro despiadado. Y dependiendo del contexto, la historia, la vida misma, a veces se nos sale lo uno, a veces lo otro, a veces en individual, a veces en colectivo. ¿Cómo confiar plenamente en una criatura así? Quienes hoy te sirven de apoyo, mañana te entregarán a tus enemigos, o te enterrarán vivo, o simplemente te abandonarán y seguirán otro camino. Y así debe ser, no debería sorprendernos en lo absoluto, ni deberíamos esperar nada distinto.

La vida por sí misma no tiene sentido. La mayoría de las personas pasan sus vidas tratando de darles sentido, aferrándose a esto o aquello, y cuando lo que le da sentido a sus vidas se desmorona viene la autodestrucción. ¡Y cuán creativos y diversos somos para autodestruirnos!

Podemos llenarnos de motivos para vivir: luchar por la patria, por un ideal, por la familia, por conseguir un sueño, por dinero y poder, por reconocimiento y fama, por la conservación del agua, por los derechos humanos, por el retorno de los despojados a sus tierras, por el futuro de los hijos, por establecer la pederastia como una opción sexual  legítima… Muchos de los cruzados creían sinceramente que luchaban para ganarse el cielo, y con esa convicción llevaron a cabo algunas de las más grandes matanzas de la historia contra los árabes, pero sólo eran títeres de intereses económicos y políticos. Muchos gringos fueron a Irak convencidos de que defendían la libertad, y llevaron a cabo algunos de los peores crímenes de guerra de las últimas décadas, pero sólo eran marionetas al servicio de las multinacionales del petróleo. Muchos padres han dado lo mejor a sus hijos, quienes se han convertido en drogadictos, pandilleros, ladrones de cuello blanco o déspotas tiranos. ¿Vale la pena el esfuerzo? Habría sido interesante conocer la opinión de la madre de Hitler, pero murió cuando él apenas tenía 18 años.

Si uno sopesa los pros y los contras de cada paso que da, y a cada acción le antepone las preguntas “¿esto es lo correcto?, ¿podría hacerlo mejor?, ¿vale la pena?, ¿qué garantías tengo?”, la vida se hace terriblemente pesada. Y a la hora de los balances, siempre hay números rojos, a pesar de lo cuidadoso que uno sea. ¿Cuántas veces no escucha uno a la gente lamentarse porque “dio lo mejor” y el resultado fue, si no catastrófico, decepcionante? La vida puede tener muchas alegrías, pero al final, si alguien quiere sentirse satisfecho, tiene que hacer muchas concesiones consigo mismo y con el mundo.

Y eso es lo que hacemos. Al pasar los años, nos hacemos menos exigentes con nosotros y con los demás, para no sentirnos tan agobiados. Siempre terminamos huyendo, de una forma o de otra. De nuevo, recurro a Montaigne: “A quienes me preguntan la razón de mis viajes les contesto que sé bien de qué huyo, pero ignoro lo que busco.”

jueves, 28 de julio de 2011

EL SENTIDO DE LA VIDA

EL SENTIDO DE LA VIDA ES QUE AYUDES A LOS ANIMALES, LUCHES CONTRA EL MALTRATO ANIMAL, AQUÍ ESTÁ EL SENTIDO DE TU VIDA:
 http://findelmaltratoanimal.blogspot.com


VISITA Y DIFUNDE EL SENTIDO DE LA VIDA: AVANZAR EN LEYES QUE PROTEJAN A LOS ANIMALES, QUE EL MALTRATO ANIMAL VAYA AL CÓDIGO PENAL. NO HAY NADA EN LA VIDA QUE HOY EN DÍA EN EL MUNDO EN EL QUE VIVIMOS TENGA MÁS SENTIDO QUE AYUDAR A NUESTROS HERMANOS LOS ANIMALES.


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LA VIDA ES

LA VIDA ES
La vida es mayormente una pesadilla, con momentos buenos que no compensan los malos
la vida es dolor
la vida es horrible
la vida es injusta
la vida es lucha
la vida es explotación humana y explotación animal, también explotación a la tierra cuando hay demasiados humanos como sucede en la actualidad
la vida es cáncer, sida, leucemia, diabetes, drogadicción, alcoholismo,
la vida es vejez y enfermedades
la vida es crimen
la vida es horrible
la vida es imposición
No impongas la vida a nadie, no hagas lo que tus padres hicieron contigo, 
No tengas hijos. El mal no se paga con el mal.

Anti Vida

Sí, soy antivida, la vida es el horror de la conciencia del dolor propio y el ajeno, guerras, maremotos, terremotos, mataderos, industrias peleteras... Soy anti-vida, de hecho intenté suicidarme hace mucho tiempo, pero no lo conseguí, morir es muy difícil, tan difícil como vivir. Ahora le he encontrado un sentido a la vida que es luchar contra el dolor de mis hermanos los animales y avanzar en leyes de protección animal. Sólo dios (si es que existe....) sabe el asco que me dan las personas que tienen hijos, los pro vida, no los soporto, menuda panda de hipócritas, se hacen llamar pro vida mientras se dedican a comer animales que fueron torturados y asesinados en mataderos, animales que querían seguir viviendo.

¿Cómo ser feliz en la vida?

¿COMO SER FELIZ EN LA VIDA? La eterna pregunta de cualquier ser sintiente, pero la respuesta es: es imposible ser 100% felices, podemos tener momentos de evasión con drogas u otro tipo de evasores como la tele basura, etc... pero es imposible, además, me parece un acto tremendamente egoísta en un ser humano (ser supuestamente racional que sabe discernir entre el bien y el mal), ser feliz, como decía Fernando Vallejo, la felicidad es una condición sine qua non del egoísmo, sólo la gente egoísta es feliz; y es cierto, quien cree que no es responsable del dolor ajeno está en lo correcto, la pasividad es una forma de maltrato también, quien pudiendo hacer algo para luchar contra las injusticias, no hace nada, de algún modo es cómplice de las desgracias ajenas, personalmente en este mundo me es imposible ser feliz en la vida.

NO A LA VIDA

Di NO A LA VIDA, porque la vida es muerte, la vida es dolor, sobretodo la vida humana, es muerte para el planeta y los demás animales que en ella viven. Como decía (y dice) una amiga, hago mías sus palabras: "Ojalá que la crisis económica que estamos sufriendo vaya a peor y unos cuantos se empiecen a tirar por la ventana como en el crak del 28, cada ser humano que muere supone un alivio para el resto de seres vivos de este planeta-basura.

VIDA ES MUERTE, MUERTE ES VIDA.
La vida es un absurdo dolor que no lleva a ningún sitio.
Di NO A LA VIDA, sobretodo si no eres vegetariano, sobretodo si eres como la mayoría de humanos, que sólo saben hacer el mal, reproduciéndose como animales para no respetar a los animales, di NO A LA VIDA, no tengas hijos.

miércoles, 27 de julio de 2011

ENGENDRAR HIJOS ES PECADO

Tomado y traducido de: http://dontconceive.blogspot.com/
“Conceiving a Child is a Sin” at Sunday, November 05, 2006
de P. Srivastava
Engendrar hijos es pecado.
Soy de la firme convicción de que engendrar un hijo es un gran pecado. La meta más alta para un alma es lograr la liberación de la existencia mortal, es decir, el liberarse del ciclo de nacimientos y muertes. Dar a luz es exactamente lo contrario de liberar. Una pareja que engendra un hijo es directamente responsable de enjaular un alma en un cuerpo mortal. Si nosotros mismos aspiramos a la liberación, ¿cómo podemos justificar el atrapar otra alma en un cuerpo? Al dar a luz, las personas encarcelan un alma en un cuerpo mortal sin pensar en el sufrimiento al cual la someterán. No tenemos derecho a dar tal cautiverio a un alma. (En este punto, quiero dejar muy claro que estoy diciendo que nunca engendraré un hijo. Me esforzaré al máximo para que eso no ocurra, pero claro, todos podemos ser tentados a cometer pecados, y yo no soy la excepción).
La vida no es un lecho de rosas. El sufrimiento es parte integral de la vida de todo el mundo. Algunos tienen más de ello, algunos menos, pero todo el mundo pasa por eso. La batalla contra innumerables y aterradores problemas de diferentes tipos, es parte de la vida del humano y él no puede escapar de ellos. Será expuesto a desconcertantes enjuiciamientos, podrá tener que afrontar las calamidades naturales y recibir castigo por sus “pasados” delitos. Desde el preciso momento en que la persona nace, el sufrimiento es su fiel compañero. Todo el mundo padece dolencias y enfermedades en su vida. Todo el mundo atraviesa sufrimientos emocionales. La vida es una lucha constante. La gente tiene que empezar su lucha desde la mera infancia, desde sus días escolares. Luego la universidad, si es que llega hasta ahí. Luego encontrar un trabajo; luego un compañero de vida, enfrentando la pérdida de seres cercanos y queridos. Y todo el tiempo estamos esclavizados por el cuerpo y sus demandas, ya sea hambre, sueño, sexo, etc. Todo el mundo debe trabajar con el fin de mantener su cuerpo. Incluso la respiración es trabajo. El metabolismo de nuestro cuerpo está continuamente trabajando. Tenemos que aportarle alimentos para que siga trabajando. Y tenemos que trabajar para poder obtener esos alimentos. Pero si nuestra alma no está atada en un cuerpo mortal, será totalmente inmune a todo dolor y sufrimiento.
Antes de la concepción, nadie sabe cual será el preciso futuro de su descendencia. Podría estar físicamente discapacitado; podría estar mentalmente atrofiado; podría estar ciego. Y luego, al transcurrir de la vida, cualquier tipo de infortunio puede golpearlo. Uno o ambos padres del niño pueden morir, cuando es aún un infante, dejando un irreparable vacío en la vida del niño. Se pueden divorciar o separar. El niño puede terminar siendo un total fracaso en la vida. Podría acabar en la cárcel.
Nadie viene a este mundo por su propia voluntad. Es la voluntad de los padres lo que pare al infante. Ellos son los únicos responsables de traerlo a la existencia. Y cualquier penuria que una persona enfrente en la vida, sea cual sea el dolor o tristeza que venga a su encuentro, sus padres son totalmente culpables de eso.
Algunas personas me dicen que si todos los seres humanos dejaran de reproducirse el mundo llegaría a su fin, y eso les parece a ellos una idea espeluznante. Yo les digo que este planeta realmente estaría mucho mejor sin seres humanos. Además, la Tierra ha
existido por millones de años; los humanos aparecimos sólo hace unos cien mil años. Los humanos somos parte del planeta, pero no somos sus dueños.
Una vez que estaba yo discutiendo mi teoría de no concebir con una dama y le dije que si alguien tiene un niño, podría nacer ciego, ella dijo que eso era una posibilidad en diez mil. Le dije que la frase “una posibilidad en diez mil” es muy empleada en las apuestas, así que básicamente significa que estarías apostando con la vida de alguien. Ella no tuvo otra opción que estar de acuerdo. Al reproducirnos definitivamente estamos apostando con la vida de otro. ¿Tenemos derecho a hacerlo?
Siento que la única diferencia entre los seres humanos y los animales, es el hecho de que podemos intencionalmente abstenernos de reproducirnos. En todas las otras formas, no somos muy distintos de los animales. Tan sólo somos más inteligentes que otros animales y hemos empleado nuestra inteligencia para mejorar nuestra vida con comodidades y placeres sensoriales.
Si uno cree en el espiritualismo trascendental, el cual dice que el alma debería ser liberada del ciclo de nacimientos y muertes, entonces, el comprender que dar a luz es lo opuesto de la liberación, es más que una conclusión lógica, algo similar a una ecuación matemática.
Estoy seguro de que durante el curso de la civilización habrá existido gente que habría propugnado esta teoría. Quizás sus ideas no llegaron a ser demasiado populares – en los tiempos antiguos no había muchos medios para propagar escritos e ideas a las masas –.
Quizá muchas personas que podrían haber escrito sobre eso optaron por no hacerlo, por razones mejor conocidas por ellos. Las opiniones y las enseñanzas de numerosas personas espirituales y filosóficas fueron propagadas oralmente por ellos, y fueron escritos y compiladas por otros, por lo tanto se diluyó el contenido y la autenticidad del original. Se ha dicho que el Buda predicaba el no tener hijos. Uno no necesita leer entre líneas para entender lo que el Buda indicaba cuando dijo que el nacimiento está acompañado del sufrimiento (La Noble Verdad de Buda para el pesar {sufrimiento}: el nacimiento es asistido con dolor, la enfermedad es dolorosa, la muerte es dolorosa, la unión con lo desagradable es dolorosa, la separación de lo agradable es dolorosa, el anhelo insatisfecho es doloroso).
Existe una antigua historia Hindú sobre ocho Vasus (almas liberadas o semidioses) quienes le jugaron una broma a un santo hombre. El santo se enojó con ellos por esa jugarreta sobre un mortal cuando ellos mismos eran almas liberadas. Los maldijo y condenó a pasar una vida como seres humanos en la tierra. Ellos quedaron aterrados por esta maldición. Eso muestra cuán temida es la vida humana para un alma liberada. Luego que ellos rogaron por misericordia, el sabio accedió a reducir la maldición para siete de los Vasus. Siete de ellos serían matados o liberados el día en que nacieran. El único castigo que tendrían que padecer serían los nueve meses en un vientre humano. Al oír que serían asesinados el mismo día que nacieran, los Vasus quedaron extasiados y agradecidos con el santo hombre por reducir la gravedad de la maldición. El octavo Vasu, Prabhas, quien fue el principal culpable, habría de vivir una vida entera en la Tierra en un cuerpo mortal, como castigo por su fechoría. Los ocho Vasus le nacieron al rey Shantanu y su esposa Ganga. Ganga mató a los primeros siete niños el día que nacieron. El octavo hijo pasó a vivir como Bhishma, quien desempeñó un papel central en la épica India El Mahabharata.1
1 El asesinato de los niños por Ganga parece explicar en cierta medida el verso: “Lo que es noche para todos los seres es el tiempo de despertar para el alma disciplinada; y lo que es el tiempo de despertar para todos los seres es la noche para el sabio con visión introspectiva” B. G. II 69.
Sobre este verso del Bhagavad-gītā ver: http://vedabase.net/bg/2/69/
El Mahabharata es una parte integral de la antigua cultura India e Hindú, y el libro sagrado de los hindúes, la Bhagvad Gita es parte del Mahabharata. Esta historia ilustra claramente que la vida sobre la tierra es un castigo. Es sorprendente por qué este punto nunca ha sido señalado y destacado a través de los tiempos. Más aún, existe un verso del Bhagvad Gita, en donde Krishna describe el conocimiento como “Indiferencia hacia los objetos sensoriales, auto cancelación y la comprensión de la maldad del nacimiento, muerte, vejez, enfermedad y dolor” (B. G. XIII 8). Este verso claramente asienta al nacimiento como maligno. Millones de personas han leído la Bhagvad Gita a través de los tiempos, y no sólo los hindúes. Es muy sorprendente que nadie haya intentado inferir o comentar sobre este verso.
Es un acto de lujuria lo que induce el alumbramiento de un crío. El resultado de un acto de la lujuria nunca puede ser correcto o santo.
En este punto quiero aclarar que no estoy diciendo que el sexo sea malo o incorrecto. Quiero decir que si el sexo resulta en dar a luz, eso está mal. Pero es un acto sensual, y si uno quiere permanecer libre de hijos él o ella tienen que garantizar que el sexo no resulte en concepción. El sexo es uno de los más fuertes instintos que poseen todos los seres vivientes y no creo que nadie deba tratar de reprimir sus deseos, mientras ellos no terminen perjudicando a nadie.
La muerte es una certeza para quien nazca. En efecto, cuando damos a luz, automáticamente le regalamos muerte a esa persona. Por consiguiente, quien da a luz es también responsable de asesinato. Estas ideas pueden sonar absurdas y locas a muchas personas. Sin embargo en algún momento a lo largo de las épocas, actos como el robo y el asalto a mano armada, pudieron haberse considerado normales, y si alguien los calificaba como pecaminosos, a muchos les pudo haber sonado absurdo y loco. A lo largo de la historia la norma de los conquistadores ha sido el dirigir bárbaras campañas de asesinato en masa y saqueo sin reparos. Los criterios de comparación y los valores correspondientes al pecado y buenas costumbres difieren de pueblo a pueblo. Incluso hoy en día hay muchos que no ven nada malo en cometer diversos actos nefandos. Hay muchas tribus criminales en la India en que hurtar y asaltar son tradiciones familiares. A la gente hay que enseñarle qué es el pecado o qué es correcto e incorrecto, pues nadie nace con conocimientos incrustados en la mente. Uno necesita abrir sus mentes y pensar racional y lógicamente. La mayoría de la gente se pone muy defensiva cuando les digo que engendrar un hijo es un pecado. No están dispuestos a hacer intento alguno para entender esta teoría o para escuchar el razonamiento detrás de ella con una mente abierta. Ellos inmediatamente y vehementemente se oponen a esta teoría, principalmente porque están demasiado enamorados de la idea de tener sus propios hijos y definitivamente no quieren creer que están cometiendo algún pecado en hacerlo. El deseo y el amor nublan nuestra mente y lógica.
Algunos dicen que al engendrar le están dando a un alma la suerte de nacer como humano, dándole así una oportunidad para buscar la liberación. ¿Podría algo sonar más estúpido que esto? Es como meter a alguien a la cárcel tan sólo con la finalidad de darle una oportunidad de escaparse.
Es esencial que una persona comprenda el alma para que posea alguna aptitud espiritual. El alma, si no está encarnada, no necesita nada para sobrevivir y no enfrenta ningún tipo de dolor, tristeza o daño. El fuego no puede quemarla, el agua no la moja, una
Más sobre Bhishma en: http://es.wikipedia.org/wiki/Bh%C4%AB%E1%B9%A3ma
espada no la clava. Para un alma libre, un humano es como un individuo perpetuamente enfermo que necesita sustancia en todas sus tres formas (gaseosa, líquidas y sólida) para poder sobrevivir, al igual que un enfermo necesita medicinas para sobrevivir. Si vemos a alguien que regularmente necesita tratamiento médico, como son inyecciones de insulina o diálisis, sentimos lástima por ese individuo. No nos percatamos que todos nosotros necesitamos respirar aire, beber agua e ingerir alimentos para sobrevivir. Todos somos unos pacientes, todos miserables y dignos de compasión. Un Alma Liberada no necesita nada de estas cosas. No debemos seguir pasando esta enfermedad, llamada vida, a otras almas como consecuencia de reproducirnos.
Mis opiniones sobre la vida les suenan negativas y pesimistas a algunas personas. Sienten que la vida está llena de alegría y placeres, que es hermosa y es para ser disfrutada. La ignorancia es una dicha – eso es todo lo que puedo decir por ellos –. Los placeres sensoriales son la mayor ilusión para los seres humanos. Por ello, los humanos disfrutamos muchos más placeres y formas de gratificación sensorial que los animales. Los humanos comprenderían la futilidad de la vida, puesto que tienen la inteligencia para hacerlo, si estos placeres sensoriales no estuviesen presentes para engañarnos y hacernos enamorar profundamente de la vida. Quien sienta que el objetivo final en la vida es abandonarse a la gratificación sensorial, es un zopenco inmaduro. Así como cuando crecemos, ya no disfrutamos jugando con juguetes para niños; cuando alguien alcanza la sabiduría espiritual, pierde el interés en regodearse en los placeres sensuales. Nos atraen los placeres que les satisfacen a los seres humanos cuando nuestra alma está encarnada en un cuerpo humano. Pero si nuestra alma estuviese incorporada al cuerpo de un buitre, entonces el sabor de la carroña nos sería sumamente placentero, y los placeres y comodidades humanas no tendrían ningún atractivo y utilidad para nosotros. Es sólo cuando el alma “entiende” (llega a ser iluminada) que alcanza la sabiduría para elevarse por encima de los mundanos espejismos.
Creo que si alguien no concibe a un hijo, ya sea intencionalmente o por razones ajenas a su control, esa persona rompe el ciclo de servidumbre y por tanto amerita ser liberado.
Sin embargo, si alguien está ansioso por tener un hijo, debe tener en cuenta ciertas cosas antes de concebir. Eso aun seguirá siendo un pecado, pero un pecado en grado ligeramente menor.
En primer lugar, antes de planificar un hijo, los padres deben asegurarse de que el niño tendrá un futuro financieramente seguro y una crianza confortable, en una sociedad sana. Las personas que son monetariamente pobres o que viven en países poco privilegiados y subdesarrollados cometen el mayor pecado al parir una criatura. Ese infante es criado en condiciones miserables y tiene un triste y sombrío futuro esperándolo. En un país como la India, casarse y tener hijos es algo que todos sencillamente tienen que hacer. Pero la vida en la India es casi como vivir en el infierno. El país está muy atrasado y subdesarrollado. Hay pobreza y miseria por doquier. Una persona que trabaja en la India gana en un mes lo que una persona en los Estados Unidos gana en un día, haciendo el mismo tipo de trabajo. El resultado es un agudo contraste en el nivel de vida. Los equipamientos públicos tales como servicios médicos, transporte municipal, abastecimiento de agua, alcantarillado y saneamiento, energía eléctrica, escuelas, colegios, etc., son muy limitados, y lo poco que hay, está literalmente en ruinas. Existen generalizadas corrupción, desempleo y abusos a los derechos humanos. El clima es también muy hostil y la mayoría de la gente no puede permitirse acondicionadores de aire. La gente pobre lleva vidas como animales. La mayoría de ellos ni siquiera pueden garantizarse a sí mismos una cotidiana comida completa. Pero aun así prosiguen pariendo hijos, y ni por un momento se percatan de la injusticia que su
actuar causa a almas inocentes. Cuando ven a sus hijos sufriendo y teniendo una vida de penas y sacrificios, le echan toda la culpa al destino. Mas no es el destino, sino su propia voluntad lo que da a luz un infante, y son ellos los únicos responsable de su destino. Procrear a un niño y luego culpar al destino de su miseria es como disparar contra un sujeto y decir: “fue su mala suerte lo que lo hizo morir, a mí no se me debe culpar”.
En este sentido muchos humanos son mucho peor que otros animales. Los animales salvajes, cuando perciben escasez de la disponibilidad de alimentos o sienten que su hábitat está amenazado o ya no es adecuado, se abstienen de reproducirse. Pero hay montones de seres humanos, especialmente en países tercermundistas, quienes estando bien conscientes de que no pueden lograr adecuadas alimentación, vivienda, ropa y otras necesidades básicas para su hijo, aun así no sienten ningún reparo en reproducirse.
Una vez en Nueva Delhi, me tocó ver a un chico de unos catorce años siendo acosado por siete muchachos mayores. Cerca de ahí estaba estacionado un jeep de la policía con tres policías, y este chico llegó corriendo hacia allá, con los otros mayores persiguiéndolo. Les pidió a los uniformados que lo salvaran de esos grandulones, quienes, a su vez, dijeron que él los había provocado. En lugar de protegerlo, uno de los policías abofeteó repetidamente al joven, y, abiertamente y frente de todos, comenzó a rebuscar dinero en sus bolsillos. Todo lo que traía el chico, la policía se lo arrebató. Este incidente tuvo lugar en la capital de la mayor democracia del mundo, en el corazón de la ciudad, en un concurrido cruce, durante la hora pico, presenciado por muchos mudos espectadores. Esos incidentes son frecuentes en la India. Éste es el estado de la seguridad y los derechos humanos que disfrutan los ciudadanos ordinarios de la India. No obstante la gente engendra y echa al mundo niños en ese país.
De por si el dar nacimiento es un pecado, pero uno no debe agravar el pecado al engendrar a sabiendas que el infante tendrá un futuro sombrío. Después de todo, procrear no es obligatorio. Los humanos podemos percatarnos de eso, y hoy en día el nacimiento puede prevenirse incluso después de la concepción.
La desintegración de la Unión Soviética a principios de 1990 junto con el fin del comunismo, vio una brusca caída en el nivel de vida de la mayoría de los rusos, resultando en un marcado descenso de la tasa de natalidad. En términos de inteligencia y educación de la población en general, Rusia está muy por delante frente a países del tercer mundo; y eso es lo que probablemente ayudó a muchos rusos a optar por no tener hijos en circunstancias adversas.
Hay muchos líderes mundiales, filántropos y organizaciones que trabajan por el mejoramiento de los oprimidos de todo el planeta. Se gastan enormes cantidades de tiempo, dinero y esfuerzo en este empeño. Si pudieran hacer comprender a los pobres el mal de concebir hijos sin tener los medios y recursos para apoyarlos, su tarea sería mucho más fácil. Es mucho mejor prevenir que el problema nazca en lugar de permitir que crezca y luego ocuparse y cansarse en intentar curarlo.
Otro punto que la gente debería considerar antes de engendrar un hijo, es conocer su nivel de destreza. Cuando alguien alcanza la madurez para tener un hijo, ya está muy consciente de sus habilidades y defectos. Una persona poco competente y no exitosa en la vida debe evitar engendrar un hijo. El hijo hereda las capacidades mentales y físicas de sus padres, y las posibilidades de engendrar a un infante minusválido son mayores cuando sus propios padres tienen defectos. Un león dará nacimiento a un león, y un cordero, a un cordero. Un burro nunca procreará a un león. Si alguien tiene alguna debilidad o es
deficiente en algún aspecto, debe ver que su cónyuge pueda compensar eso en su lugar. Si un hombre que tiene un peso sumamente bajo se casase con una mujer muy flaca y débil, el resultado será que su hijo también padecerá deficiencia de peso y será débil. Asimismo, si un hombre de poca inteligencia se casa con una mujer de su clase, probablemente gestarán un niño poco inteligente. Una persona puede ser cobarde, o muy perezosa, o moralmente débil. Todos estos rasgos pueden transmitirse a su descendencia. Si una persona no puede encontrar a un cónyuge que compense sus deficiencias, debería desistir de tener hijos. Él mismo ha sufrido debido a su debilidad. ¿Por qué debe hacer sufrir a otra alma por lo mismo?
Alguien que padezca una enfermedad o trastorno médico grave, también debería abstenerse de reproducirse. Para cualquier niño no es una experiencia placentera tener a un padre enfermo. Además, si fuese una enfermedad hereditaria, como la diabetes, ésta puede transmitirse a la descendencia.
El ingrediente más esencial para nuestra supervivencia es el aire que respiramos. Los seres humanos pueden vivir sin agua y alimentos durante horas y días pero no pueden sobrevivir sin aire por más de un par de minutos. La gente presta mucha atención a la calidad e higiene del agua y los alimentos que consumen, pero no parecen muy preocupados por la calidad del aire que respiran. Por todo el mundo la gente más competente y exitosa radica en grandes ciudades, donde el aire, bajo ninguna norma, es puro y limpio. Ellos procrean a su prole para que respiren aire contaminado e insalubre. ¿Acaso eso les aguijonea su conciencia - o son demasiado insensibles para siquiera darle una pensada a eso?
A veces me pregunto: Si la gente poseyese la capacidad de comunicarse con un “alma libre” y ésta les dijera que no desea nacer con ellos, o nacer en absoluto, ¿Seguirían adelante y la atraparían dentro de un cuerpo mortal?
La vida de un niño está directamente vinculada con la de sus padres. Si los padres son exitosos y prósperos, el infante tendrá una crianza cómoda. Pero si los padres son pobres, la vida será muy difícil para el chico. Si un padre comete un pecado y es castigado por ello, indirectamente el niño también soporta el peso de la sanción. Si Dios castiga a un hombre por sus pecados y le arrebata su riqueza o lo deja tullido, sus hijos se verán igualmente afectados. ¿Por qué los críos deben sufrir por las fechorías de sus padres? ¿Es éste el estilo de la “Justicia Divina”?
Algo que seguido me desconcierta es ¿Por qué las personas tienen hijos? Para su felicidad emocional; para tener a alguien que puedan llamar suyo y que dependa de ellos; alguien que los pueda ayudar en sus faenas y los cuide en su vejez; alguien a quien le puedan legar sus riquezas; alguien que dará continuidad a su apellido. Todos esos son motivos muy egoístas. La gente impone a un alma tal tormento y sufrimiento para complacer sus deseos egoístas.
Considero que el apego emocional hacia alguien, sea padre, madre, hermano, hermana, hijo, hija, esposa, amante, amigo, etc., es algo meramente tonto. Una persona habrá tenido seres cercanos y queridos en su vida anterior, sin embargo, en su vida actual ya no recordará quienes fueron sus padres o hijos en su vida precedente. Tampoco se acordará de sus actuales familiares en su próxima vida. ¡En su siguiente nacimiento, su alma bien podría estar en el pollo que yace en la mesa con la cena para su hijo!
Cuando hablo de no ser emocional me refiero al punto de vista espiritual, y no quiero decir que las personas deban ser frías e insensibles. Pero una vez que alguien alcanza la iluminación espiritual entonces todos los deseos y aspiraciones mundanas desaparecen.
Muy pocas personas logran alcanzar la iluminación, y yo tampoco estoy ahí. Para los profanos no sería fácil comprender o apreciar los matices de la espiritualidad Hindú. Todos tenemos diferentes filosofías y creencias y mi intención es no ofender o contradecir las creencias de nadie.
FIN.
“Engendrar hijos es pecado” Domingo, 05 de Noviembre de 2006.
Traducido por: Eco_h2o (noviembre de 2010)
Disponible en: http://vehemente.webs.com/Memeticos/exclusiva_VHEMT.htm
y en: http://mx.groups.yahoo.com/group/VHEMT_esp/files/MEMEticos/

¿VIVA LA VIDA?

LA VIDA ES DOLOR PARA CIENTOS DE TRILLONES DE ANIMALES EN ESTE PLANETA, QUIEN DICE "VIVA LA VIDA"( UNA FRASE DE TODA LA VIDA MUY ESCUCHADA, Y MUY RECURRENTE), ESTÁ DICIENDO "SOY UN EGOISTA QUE COMO YO SOY FELIZ EL RESTO DEL MUNDO ME IMPORTA UNA MIERDA"

COMO DICE EL MAESTRO FERNANDO VALLEJO: LA FELICIDAD ES UNA CONDICIÓN SI NE QUA NON DEL EGOISMO, SÓLO LA GENTE EGOÍSTA ES FELIZ.

Yo digo ¿VIVA LA VIDA? NO, QUE NO VIVA LA VIDA, ¡¡¡QUE VIVA LA MUERTE SIEMPRE QUE SEA SIN DOLOR CLARO, QUE VIVA LA PAZ DE LA NADA!!!

LA VIDA FRASES

FRASES CÉLEBRES DEL MAESTRO FERNANDO VALLEJO ACERCA DE LA VIDA, LO PONGO EN NEGRITA PORQUE VALLEJO ES GRANDE ENTRE LOS GRANDES:
"El que afirma la existencia de algo la tiene que probar. La carga de la prueba no cabe en el que la niega. Si yo por ejemplo digo: "existe una montaña de diamante en Marte", yo tengo que probar que existe una montaña de diamante en Marte. Entonces digo: ¿Quién entiende usted por Dios? Entonces usted me dice: "el que hizo el mundo" y "este señor es eterno". ¿Y por qué no puede ser el mundo eterno? Entonces de una vez, si usted puede aceptar la eternidad de alguien, pues también puede aceptar la eternidad del mundo. Entonces pienso que es una explicación que no explica nada. Porque "Dios no es entendible". Entonces es la vuelta del bobo. Entonces una explicación que no explica nada, ¿para qué sirve? Dios no nos sirve para explicar cómo surge la materia, cómo surge la vida. Ahora sí sabemos cómo surge la vida; cómo surge la materia nunca lo sabremos. Pero si decimos "Dios es es eterno", ¿por qué no podemos decir "el mundo es eterno, la materia es eterna"? ¿Para qué le damos la vuelta del bobo y ponemos una entidad más para una entidad inexplicable? Porque nosotros no podemos explicarnos cómo existió él. O cómo creó ésto. Ahora bien: supongamos que Dios existe. Dios sí existe. Le voy a dar a usted la razon entonces si quiere. Pero no sirve para un carajo: si no, mire cómo estamos de jodidos."

ACONSEJO TODA LA BIOGRAFÍA DE VALLEJO, ENTRE ELLAS, REFERENTE A ESTE ARTÍCULO, ACONSEJO "EL DON DE LA VIDA" SU ÚLTIMO LIBRO HASTA AHORA EDITADO (OJALÁ NO SEA EL ÚLTIMO) DONDE VIENE A DECIR QUE LA VIDA NO ES UN DON, SI NO UNA DESGRACIA, TODO EXPLICADO CON SU GRACIA INTELIGENTE. ALLÍ EN ESE LIBRO QUE ACONSEJO A TODO EL MUNDO COMPRAR ENCONTRARÉIS MÁS FRASES MUY BUENAS ACERCA DE LA VIDA.

"Soy un defensor de la vida. Pero no la que está por venir, sino la que está ahora en la Tierra."  

"La fugacidad de la vida humana a mi no me inquieta; me inquieta la fugacidad de la muerte: esta prisa que tienen aquí para olvidar. El muerto más importante lo borra el siguiente partido de fútbol." 

"Estoy inventándome una forma fantástica de morirme. Yo quiero que Colombia me mate. Que me mate un sicario mandado por los paramilitares de Carlos Castaño, o por las narcoguerrillas, o por los capos de la droga, o por los generales del Ejército que mataron a Álvaro Gómez [un candidato a la presidencia]". "Insulto repetidamente para ver quién me mata. Y, como todo en Colombia, se quedará en la confusión. Si quieren una fecha para matarme que me digan y yo voy. Que me mate Colombia es una forma honorable de salir del horror de la vida", afirma el escritor, para quien su país no tiene "hacia dónde mirar". "Colombia mata 30.000 personas al año, que mate una más para que no vaya a perder el récord", dice, esta vez con cierto sarcasmo. 

Bueno esta es muy buena, y no quería dejar de compartirla, más que de la vida va de la muerte... pero bueno, son dos caras de una misma moneda...: "No, los ecologistas son especialmente infames y mentirosos: quieren preservar las especies de esta tierra para el hombre, para que el hombre las disfrute y se las coma. Yo no. Yo pienso muy distinto de ellos: especie que se extingue, especie que deja de sufrir. Que se mueran los perros, que se mueran las vacas, que se mueran las ratas, mis hermanas las ratas, eso es lo que quiero yo." 

"¿Y la Divina Providencia qué hacía mientras esos infelices animales se mataban? Mirar. Mirar que es lo que ha hecho durante cuatro mil millones de años, que es lo que llevamos los seres vivos sobre la tierra después de que esta entidad perversa echó la máquina de la vida a andar y el séptimo día se sentó a descansar. Mirar desde allá arriba, entre coros de ángeles, arcángeles y querubines, el circo de horror y sangre que montó aquí abajo.
De todo lo cual concluyo que la Divina Providencia no sólo es mala sino estúpida: se saca a sí misma los ojos. No se les haga raro que el día menos pensado mate de un rayo al Papa. Mientras tanto este señor políglota, este políglota desaforado, picado de lo que un escritor peruano llamó «afán protagónico» (del que él por lo demás tampoco está exento), sigue llenándonos las plazas y los estadios y predicando contra el condón, el aborto y el homosexualismo en todas las lenguas conocidas, que le sopla al oído el Espíritu Santo. Los seis mil millones de habitantes del planeta Tierra se le hacen pocos. Quiere más. Y yo le pregunto: ¿Para qué más, Su Santidad, dónde los piensa acomodar? ¿Dónde va a meter a los otros dos mil millones que vienen en camino en los próximos 25 años? ¿En el sol? ¿No ve que el sol gira alrededor de la tierra y por lo tanto es muy chiquito? Porque no me venga ahora con el cuento de que Galileo tenía razón... ¿Y qué vamos a comer en el 2025 si Cristo no ha vuelto a repetir la multiplicación de los panes y los peces desde el Sermón de la Montaña? El Papa de hoy pide perdón por los horrores de la Santa Inquisición y las masacres de protestantes. Ya vendrá otro Papa en el futuro a pedir perdón por las irresponsabilidades de éste. Pedir perdón es muy fácil. Y vivir en el Vaticano entre obras de arte, protegido por la Guardia Suiza y alimentado por la pobrería inmensa de esta tierra. Difícil vivir en el barrio Manrique de Medellín.
 
 
"Dios no hizo nada: nosotros lo hicimos a Él, lo inventamos por cobardes, por temor al rayo. Está en la esencia de la materia existir, y en prueba el que nada en última instancia se destruye. Unos átomos se transforman en otros átomos sumándose o quitándose los electrones. No nos hagamos ilusiones con el cielo que el cielo no da asidero a la esperanza. El cielo es un señuelo para los tontos, y una justificación descarada para el crimen de traer hijos a este mundo. Nadie va para el cielo. Todos vamos hacia la muerte y sus gusanos. "

MÁS FRASES CÉLEBRES DE FERNANDO VALLEJO QUE NO TE PUEDES PERDER:
http://www.allthelikes.com/application.php?app=298100

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La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa.
Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán nacionalizado estadounidense.

Si el hombre no ha descubierto nada por lo que morir, no es digno de vivir.
Martin Luther King (1929-1968) Religioso estadounidense.

Me he dedicado a investigar la vida y no sé por qué ni para qué existe.
Severo Ochoa (1905-1993) Médico español.

Quien sólo vive para sí, está muerto para los demás.
Publio Siro (Siglo I AC-?) Poeta dramático romano.
Solamente una vida dedicada a los demás merece ser vivida
Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán nacionalizado estadounidense.
La vida es un juego de probabilidades terribles; si fuera una apuesta no intervendrías en ella.
Tom Stoppard (1937-?) Comediógrafo inglés
Nuestra existencia no es más que un cortocircuito de luz entre dos eternidades de oscuridad.
Vladimir Nabokov (1899-1977) Escritor ruso.
La vida no merece que uno se preocupe tanto.
Marie Curie (1867-1934) Física francesa.
Quien crea que su propia vida y la de sus semejantes está privada de significado no es sólo infeliz, sino que apenas es capaz de vivir.
Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán nacionalizado estadounidense.
¡Ay que larga es esta vida! / ¡qué duros estos destierros! / ¡esta cárcel, estos hierros / en que el alma está metida! / Sólo esperar la salida me causa dolor tan fiero, / que me muero porque no muero.
Santa Teresa de Jesús (1515-1582) Escritora mística española.


La vida es como un cuento relatado por un idiota; un cuento lleno de palabrería y frenesí, que no tiene ningún sentido.
William Shakespeare (1564-1616) Escritor británico.

La vida es como la música, debe componerse con el oído, el sentimiento y el instinto, no mediante reglas.
Samuel Butler (novelista) (1835-1902) Novelista inglés.
Nacemos llorando, vivimos quejándonos y morimos desilusionados.
Thomas Fuller (1610-1661) Clérigo y escritor británico.
La vida exige a todo individuo una contribución y depende del individuo descubrir en qué consiste.
Viktor Frankl (1905-1997) Psiquiatra y psicoterapeuta austriaco.
Todos somos aficionados. La vida es tan corta que no da para más.
Charles Chaplin (1889-1977) Actor y director británico.
No os toméis la vida demasiado en serio; de todos modos no saldréis vivos de ésta.
Bernard Le Bouvier de Fontenelle (1657-1757) Escritor francés

Parece que nuestra vida aumenta cuando podemos ponerla en la memoria de los demás: Es una nueva vida que adquirimos y nos resulta preciosa.
Montesquieu (1689-1755) Escritor y político francés.
El arte de vivir es sacrificar una pasión baja a otra más alta.
François Mauriac (1905-1970) Escritor francés.
La vida es muy traicionera, y cada uno se las ingenia como puede para mantener a raya el horror, la tristeza y la soledad. Yo lo hago con mis libros.
Arturo Pérez Reverte (1951-?) Periodista y escritor español.
No siento el menor deseo de jugar en un mundo en el que todos hacen trampa.
François Mauriac (1905-1970) Escritor francés

Hay que darle un sentido a la vida, por el hecho mismo de que carece de sentido.
Henry Miller (1891-1980) Escritor estadounidense.
¿Cuál puede ser una vida que comienza entre los gritos de la madre que la da y los lloros del hijo que la recibe?
Baltasar Gracián (1601-1658) Escritor español.
Vale más vivir y morir de una vez, que no languidecer cada día en nuestra habitación bajo el pretexto de preservarnos.
Robert Louis Stevenson (1850-1894) Escritor británico.
 
Por vida feliz hay que entender siempre "menos desdichada"; es decir, soportable. Y realmente, la vida no se nos ha dado para gozarla, sino para sufrirla, para pagarla.
Arthur Schopenhauer (1788-1860) Filósofo alemán.


Que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son.
Pedro Calderón de la Barca (1600-1681) Dramaturgo y poeta español.
 
Vivid no de acuerdo con los ideales recibidos, sino con vuestras aspiraciones, con vuestra intuición más vehemente.
Antonio Gala (1930-?) Dramaturgo, poeta y novelista español.
Estar alerta, he ahí la vida; yacer en la tranquilidad, he ahí la muerte.
Oscar Wilde (1854-1900) Dramaturgo y novelista irlandés.
El arte de vivir consiste en conseguir que hasta los sepultureros lamenten tu muerte.
Mark Twain (1835-1910) Escritor y periodista estadounidense.
La vida es un aprendizaje de renunciamiento progresivo, de continua limitación de nuestras pretensiones, de nuestras esperanzas, de nuestra fuerza, de nuestra libertad.
Henry F. Amiel (1821-1881) Escritor suizo.

Quien no vive de algún modo para los demás, tampoco vive para sí mismo.
Michel Eyquem de Montaigne (1533-1592) Escritor y filósofo francés.
Para vivir existen tres métodos: mendigar, robar o realizar algo.
Conde de Mirabeau (1749-1791) Político, escritor y orador francés.
La vida es lucha.
Eurípides de Salamina (485 AC-406 AC) Poeta trágico griego
Lo mejor que la naturaleza ha dado al hombre es la brevedad de su vida.
Plinio el Viejo (23-79) Caius Plinius Secundus. Escritor latino.
La vida es una mala noche en una mala posada.
Santa Teresa de Jesús (1515-1582) Escritora mística española.
Vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero que muero porque no muero.
Santa Teresa de Jesús (1515-1582) Escritora mística española.
No recibimos una vida corta, sino que nosotros la acortamos. No somos de ella indigentes, sino manirrotos.
Lucio Anneo Séneca (2 AC-65) Filósofo latino.
DE ANÓNIMOS: 

La Vida es una cámara de tortura, de la cual solo saldremos muertos.

Ve bien por la vida y te irá bien en la vida...

Si sabes el significado de tu vida, entonces eres religioso.
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 

Historia y vida

A lo largo de la historia siempre han habido guerras, torturas y asesinatos y lo que más me duele: hacia mis hermanos los animales, pero en toda la historia del planeta tierra, debido la sobrepoblación humana existente (somos ya 8.000.000.000 de humanos, la peor plaga que hay, el cáncer de la tierra ya nos catalogan muchos científicos, en los últimos 50 años nos hemos casi triplicado, y como sigamos así la superficie del planeta será una masa sólida de humanos... Más info en: http://www.vhemt.org/eindex.htm) Pues como decía, estamos viviendo la peor era del planeta tierra, el ser humano está destrozando todo, esto NO es justo, haz algo para luchar contra esas aberraciones, no te reproduzcas, no traigas nuevas vidas a este infierno de mundo sobrepoblado de humanos, y hazte activista por los animales:

Earthlings - Terrícolas - Subtitulos Español (Castellano)

video.google.com/videoplay?docid=-777620260428855527296 min - 4 Ene 2007
Earthlings - Terrícolas - Subtitulos Español (Castellano). 1:35:36 - 4 years ago . Earthlings es un documental sobre la total dependencia humana ...

Tu vida

¿Para qué sirve tu vida? ¿Realmente crees que es justo que con tus acciones, directas o indirectas, provoques esto:
a los demás animales? Abre los ojos, y ayuda al resto del mundo a que también los abra, no es justo lo que les está sucediendo todos los días a cientos de trillones de animales por culpa del ser "humano". Haz que tu vida de verdad sirva para algo antes de morir, haz como yo, y compromete tu vida a ayudar a los animales, a avanzar en leyes de protección animal, a conseguir que en los colegios se eduque desde el respeto a los animales, a conseguir que el maltrato animal para al código penal... Yo llevo 5 años comprometiendo mi vida a ayudar a los animales y a las buenas personas que les ayudan (Aquí algunas formas de ayudar: http://voluntariosanimalistas.blogspot.es) Y ojalá tú hagas lo mismo con tu vida, los animales te necesitan.

¿Para qué la vida?

¿Para qué la vida? ¿De qué sirve aparte de para sufrir y hacer sufrir? ¿Para qué tanto dolor y tanta vuelta si finalmente acabaremos muriendo? ¿Porqué la gente trae inocentes a esta basura de vida? Imponer la carga de la vida, el horror de la conciencia, en un ser humano, (No hablo de un animal no humano que se reproduce ciegamente, hablo de esos que son supuestamente racionales) pienso que es uno de los peores crímenes que existen.

¿La vida no es real?

Estaba teniendo un sueño que me parecía muy real... de repente una llamada me saca de ese sueño que creía tan real para traerme a este otro sueño efímero que algunos llaman vida (No menos infernal que la pesadilla que estaba teniendo) y no puedo evitar preguntarme... si el sueño parecía la vida real (de hecho muchas veces en sueños despertamos llorando o disfrutamos y sentimos el placer y el dolor sin darnos cuenta que estamos soñando, creyendo realmente que estamos teniendo una experiencia real, ¿Quién nos garantiza que esto que llamamos realidad no es también otro sueño, y que con lo que llamamos muerte, despertamos? Ya muchos filósofos decían, que la vida es un sueño, y los sueños sueños son...

La vida es un horror y nunca entenderé que haya gente que quiera tener hijos, este mundo es horrible. Aconsejo el libro del maestro Fernado Vallejo "El don de la vida" (Título irónico pues viene a decir que la vida no es un don si no una desgracia).